A continuación te desvelamos los mejores trucos volver a hacer brillar tus zapatillas con Jason Markk:
PASO 1. Quita los cordones.
Si quitas los cordones antes de cepillar la zapatilla, tendrás mejor acceso a las zonas más complicadas, ojales y lengüeta.
Una vez retirados, los dejamos a un lado y los limpiaremos más adelante.
PASO 2. Cepillar tus sneakers.
Lo que marcará la diferencia al limpiar tus zapatillas será el cepillado en seco. Es muy importante que sea con un cepillo suave, como el que encontrarás en los kits de Jason Markk. De esta manera conseguirás eliminar el polvo y residuos que pueda haber.
PASO 3. Limpiar las zapatillas en seco.
Una vez hayamos limpiado las sneakers con el cepillo, pasaremos a limpiar con nuestra toallita de Jason Markk para retirar cualquier residuo que haya podido quedar.
PASO 4. Limpiar las zapatillas con la solución líquida.
El siguiente paso es limpiar nuestras zapatillas con la solución premium de limpieza profunda.
¿Cómo lo haremos? Muy fácil, mojamos nuestro cepillo en agua y después añadimos un poco de producto en el mismo cepillo. Frotamos toda la zapatilla, menos la suela, eso lo haremos después.
Una vez nuestra zapatilla quede limpia, sécala con un paño suave (puedes usar el mismo del paso 3).
PASO 5. Limpiar los cordones.
Mojamos los cordones y añadimos un poco de nuestro producto estrella, el limpiador de Jason Markk. Frotamos los cordones hasta que veamos que vuelven a estar blancos, o de su color original. Una vez terminado el proceso, podemos dejarlos en un recipiente con agua para que se terminen de limpiar y expulsar todo el producto.
PASO 6. Limpiar la suela.
Ahora que tenemos toda la zapatilla y los cordones limpios, pasamos a limpiar la suela de nuestras sneakers.
Utilizaremos el mismo cepillo (o uno más fuerte en caso de tenerlo), lo mojamos igual que antes y añadimos un poco de producto. Frotamos hasta dejarla limpia por completo y, ¡listo!
Ya tenemos las sneakers limpias y listas para seguir pisando fuerte.
Estos truquitos te servirán tanto para sneakers blancas como para cualquier otras.
Ten paciencia, limpiar tus zapatillas no es una tarea fácil, conservarlas es todo un reto, así que disfruta del proceso y trátalas con mucho cariño.
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